Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (1 de septiembre de 1906 - 14 de julio de 2002) fue un abogado, escritor y político dominicano. Presidente de la República Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Se caracterizaba por su personalidad enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, su afán de perpetuarse en el poder por medio de cuestionados procesos electorales le ganó el mote de caudillo. Fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y edificaciones; el Faro a Colón es uno de los monumentos más relevantes construidos en su gobierno.[1] A su legado de gobierno se le atribuye el clientelismo político existente hasta estos días.
Balaguer compartió el Premio Nacional de Literatura de 1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.
Primeros años
Balaguer nació en Villa Bisonó (también conocida como Navarrete), en la provincia de Santiago. Hijo de Joaquín Balaguer Lespier, puertorriqueño de ascendencia catalana, y Carmen Celia Ricardo Heureaux hija de Manuel de Jesús Ricardo y Rosa Amelia Heureaux. Balaguer fue el único varón de una familia de varias mujeres, pero tuvo un medio hermano por parte de padre. Desde muy temprana edad se sintió atraído por la literatura y la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas locales. Se interesó en la política debido a la ocupación militar norteamericana (1916-1924). Después de graduarse de bachiller en ciencias sociales en 1916, Balaguer obtuvo una licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, mientras asistía a las clases en la universidad, comenzó a ganarse la vida en el ámbito periodístico, como corrector de pruebas y, desde 1924 hasta 1928, como articulista en el diario La Información de Santiago de los Caballeros, y estudió por un breve período en la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne. En su juventud, Balaguer escribió de la admiración que sentía por el paisano de su padre, el líder político de Puerto Rico, Pedro Albizu. A pesar de las profundas diferencias con respecto a la ética y sus visiones del mundo, la vehemente y carismática retórica de Albizu cautivó la imaginación de Balaguer a tal punto que motivó su pasión por la política y el debate intelectual. Antecedentes políticos
Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes de que Trujillo tomara el control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal. Más tarde se inscribe en el Partido Dominicano y así pasó a formar parte del círculo de los colaboradores cercanos del dictador Rafael Trujillo. Durante la Era de Trujillo se desempeñó como Secretario de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la Presidencia (1936), Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador Extraordinario de Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47 ), Embajador en México (1947-1949), Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de Relaciones Exteriores (1955-57).
Relación con Trujillo
Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer durante la Era de Trujillo, a lo largo de las tres décadas de trabajo como político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de que Trujillo disfrutaba humillando e insultando sus "sirvientes" en público, el dictador nunca trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo durante los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más eficiente del régimen, sin parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de disgusto por los excesos y aberraciones que eran comunes en aquella época. Balaguer fue, sin duda, un ministro útil de Trujillo.
Gobierno
Primer mandato presidencial (1960-1962)
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por Balaguer como vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) convenció al dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía prácticamente ningún poder, y fue considerado como un mero títere de Trujillo. Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles y suavizando la estricta censura que Trujillo tenía sometida a la prensa. La OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt. Sin embargo, las reformas provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya que era presionado por la derecha, por los militares, por la izquierda, por la oposición, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras cosas muñequito de papel. Regreso a RD y guerra civil de 1965
El gobierno provisional, encabezado por Héctor García Godoy, anunció elecciones generales para 1966. Balaguer aprovechó la oportunidad, y con la enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para regresar del exilio, el cual le fue concedido. Formó el Partido Reformista y se centró en una lucha política contra Bosch, en la campaña utilizó la táctica presentándose como un candidato moderado y conservador. Rápidamente ganó el apoyo del pueblo y derrotó con facilidad a Bosch. Segundo mandato presidencial (1966-1978), "Los doce años"
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesino, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más conservadoras de estos sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes anti trujillistas y a los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos continuaron siendo frecuentes durante su administración. Tuvo éxito en parte la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo económico.
Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno, la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el país la "Operación Chapeo" con la finalidad de exterminar los remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación del Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y revelaron que en los tres primeros años del gobierno, 366 personas fueron muertas o desaparecidas por causas políticas.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido como La Banda, un grupo de jóvenes reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda dominicana. Durante este segundo mandato de gobierno (conocido popularmente en la política dominicana simplemente como "los 12 años"), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales, presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos también se utilizaron como medio para recompensar a sus partidarios políticos con lucrativos contratos de obras públicas, los favorecidos en dichos contratos se conocen como "los 300 millonarios". También presidió un sistema de crecimiento económico estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló un modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales. Balaguer se consolidaba según algunos como representante de la derecha dominicana, iniciando un gobierno caracterizado por la influencia de Estados Unidos; un gobierno que contribuyó inestimablemente al estado de subdesarrollo y atraso de la República Dominicana.
La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido de dictadura y democracia, y con más rasgos de la primera que de la segunda, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias, Balaguer sólo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el 50%. Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar, el auge del turismo estadounidense, las inversiones privadas foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad dominicana de clase media. Balaguer eludió siempre su responsabilidad en los crímenes cometidos por La Banda y otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y a la subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró enormemente. También, incumplió las promesas sobre la reforma agraria, ya que la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras cultivables y las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota en las urnas ante el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte presión en el extranjero por parte de Jimmy Carter, el conteo se reanudo. Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición Tercer mandato presidencial (1986-1996)
Balaguer se volvió a presentar como candidato en 1986 aprovechandose de una división en el Partido Revolucionario Dominicano para ganar la presidencia de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde derrotó por escaso margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para entonces, tenía 80 años y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma durante muchos años). El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal que el anterior. En este periodo Balaguer era mucho más tolerante a los partidos de oposición y los derechos humanos.
Siguió con sus grandes proyectos de infraestructura, tales como la construcción de carreteras, puentes, escuelas, proyectos de viviendas y hospitales. Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de gran visibilidad eran muy publicitado en los medios de comunicación controlados por el gobierno y través de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar la popularidad de Balaguer. La economía también mejoró considerablemente. En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una cierta política de populismo, en lo que se refiere a la entrega de canastas, dinero y otras "dádivas" al pueblo dominicano con el propósito de gobernar a base de demagogia. El Clientelismo políticoclientelismo también se manifestó en gran medida Balaguer mandó a construir el Faro a Colón, una de las obras más controversiales de su gobierno. La misma se construyó en conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América, el cual fue terminado en 1992 Ese mismo año gastó más de doscientos millones de dólares en la construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez pisos en honor a Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para transmitir la imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea visible a decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que supuestamente alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de menor importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de energía y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron fuente de mucha controversia. Esta campaña fue una de los peores de la historia dominicana. Balaguer con frecuencia utilizaba la ascendencia haitiana Peña Gómez a su favor, el dominicano históricamente tienden a desconfiar de cualquier persona con sangre haitiana. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que Peña anexionaría el país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de maniobra en las elecciones, se impusó con un 42.3%, contra un PRD que obtuvo el 41.6% de los votos, donde se asegura que ocurrieron alteraciones de actas y del padrón electoral en la misma Junta Central Electoral. Peña alegó fraude, y llamó a una huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar en apoyo a la huelga. En este periodo se sucedió la misteriosa desaparición del profesor universitario y activista Narciso González (Narcisazo), un vehemente critico de la política de Balaguer. Su desaparición que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a Balaguer. Una investigación posterior reveló que la Junta Electoral no sabía el número total de votantes registrados, y el resultado en las listas distribuidas en los colegios electorales no coincidían con las dadas a las partidos. La investigación también reveló que unas 200.000 personas habían sido retiradas de las urnas. En medio de tales preguntas sobre la legitimidad de la encuesta, acordaron celebrar nuevas elecciones en 1996, pero esta vez Balaguer no sería candidato. En este sentido, cumplió su palabra de poner su cargo a disposición de la administración estadounidense. En los últimos años de su vida, su casa era muy frecuentada por personalidades de la política dominicana, quienes lo veían como un "consejero político". De izquierda a derecha, Balaguer recibe a Leonel Fernández, Temístocles Montás y Miguel Cocco El acuerdo político de los gobernantes, de sectores del poder fáctico que incluye a la Iglesia Católica, y de los dirigentes de los partidos políticos, dejaron establecida una reforma constitucional que se hizo el 14 de agosto de 1994. Este acto de consenso jurídico fue preferido a la anulación total de las elecciones y fue conocido como "Pacto por la Democracia". En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado, terminó muy lejos de llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a Leonel Fernández del Partido de la Liberación Dominicana en una inusual coalición con Bosch, su enemigo político de más de 30 años. En las elecciones presidenciales de 2000, Balaguer, a la edad de 94 años, se postuló por novena y última vez a la Presidencia de la República Dominicana; pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su avanzada edad y al cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos, logró más del 20% de los votos, ubicándose en el tercer lugar.
Muerte y legado
Su legado en República Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa estabilidad política y económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras, puentes, hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su impronta personal quedara marcada en piedra. Fue una figura polarizante que podría incitar tanto al odio como al amor de la población. Era tradicional en Balaguer facilitarles viviendas a los más pobres por medio del gobierno donde éstos pagaban un módico precio mensual por las mismas. También tenía la costumbre junto a su hermana Emma de regalar juguetes a los niños el Día de Reyes.
Vida personal
Balaguer llevaba una vida privada llena de hermetismo, nunca se casó ni se le conoció hijos reconocidos por él. Vivió en su casa ubicada en Santo Domingo por más de 50 años, incluso siendo presidente.
Con el transcurso del tiempo fueron saliendo mujeres humildes con quienes Balaguer supuestamente tuvo hijos, pero que él nunca reconoció. Entre los supuestos hijos de Balaguer se encuentran, Gloria Nilsa Balaguer Lespier, Joaquín Jesús Balaguer Cuascut ambos hijos de Juana Cuascut, con quien Balaguer mantuvo una aventura amorosa. También se encuentran César Joaquín Mallén procreado con Carmen Mallén, Luis Gustavo Bisonó procreado con Hilda Dolores Bisonó Mera, Mercedes Antonia Solís procreada con Aura Celeste Solís, Antonio Bastardo y Nieves Bastardo procreados con Cuca Bastardo.[3] Balaguer fue pariente del ex dictador Ulises Heureaux (Lilís) por parte materna, también de quien fuera la segunda esposa de Trujillo, Bienvenida Ricardo Martínez.[3] Era conocido popularmente como "El doctor".
Lemas de campaña
- "Lo bueno no se cambia" (1974-1978)
- "Y vuelve y vuelve Balaguer" (1982-1986)
- "Cuatro años más y después hablamos" (1990-1994)
- "Y sigue y sigue Balaguer" (1994-1998)
- "Lo que diga Balaguer" (1994-1998)
- "Adelante compatriotas, a paso de vencedores"
- "Mientras Balaguer respire, que nadie aspire"
También hizo suya una famosa frase bíblica que dice "Por sus frutos los conoceréis
Como escritor
Para 1970 tenía publicados 24 libros, 7 de los cuales son de elogio y defensa a la Era de Trujillo. Los restantes, son de versos y de ensayos históricos y literarios. En el prólogo de uno de sus libros de versos, hizo una inusual confesión de sus sentimientos, al escribir:
Abro este paréntesis para llenarlo de odio y de gratitud. Odio a los que en plazas y corrillos me combatieron acerbadamente; odio a los poetas afeminados que envidian la virilidad de mi arte; tengo el orgullo de ser, en nuestro medio árido, como una planta rara que sólo necesita para vivir de la savia de su arte y del aire que respira en la atmósfera de sus sueños. Yo aborrezco el ambiente en que me ha tocado nacer, pero aborrezco más a los intelectuales (con muy pocas excepciones) con quienes he tenido la mala suerte de codearme...” “Mi TEBAIDA LÍRICA molestará a muchos (yo gozo molestando) y algunos borricos rebuznarán (yo gozo oyendo rebuznar)
Como literato tiene una extensa producción de versos de cuestionable valor literario, ya que reflejan un estilo decimonónico con intenciones y ciertos aires modernistas poco innovadores y de aporte a la construcción del verso, así como de novelas de alto contenido político más que literario.
Sus obras y sus ensayos históricos están llenos de datos y de anécdotas pero carecen de los rigores metodológicos de la ciencia histórica, sin análisis de aspectos cruzados entre las ciencias sociales. Por ser abundantes en datos de los cuales era un gran conocedor, más que historiador, a Joaquín Balaguer debiera considerársele un gran historiógrafo.